jueves, 6 de junio de 2013

Diez artículos o menos. De mesa de ordenador (I).

¡Saludos, queridos frikiduneros, cualquiera que sea vuestra especie! Como veis, y ya que todavía tenemos viñeta de la semana sin contestar, hemos cogido con ganas la nueva sección de este año que bien podría llamarse "escribimos-sobre-lo-que-nos-da-la-gana", aunque no descartamos, en breve, cambiar el nombre por DAoM, tal como aconsejaba el señor Nikt.

Últimamente, nadie sabe por qué, estamos colaborando en el podcast Viciados, lleno de frikis con un montón de cosas que contar. Os recomendamos pegarle una escuchada. Nuestra sección se dedica a los juegos de PC, y dura unos 10 minutos más o menos. Como en ese tiempo sólo podemos nombrar los juegos por iniciales, y a todo trapo, hemos pensado completar los programas en este, vuestro blog, con todo lo que se queda en el tintero. Total, ya está preparado, que no se diga.

Nuestro corresponsal de Frikidune en Viciados, hablándonos de videoj...ZzzzZZZz.

En el último programa elegimos hablar de juegachos de tablero para el ordenador. Ya sabéis que somos unos entusiastas de los juegos frikis ¡¡tenemos UNA ETIQUETA ENTERA para ellos, por Cthulhu!! (vaaaale, está vacía, pero está). No era suficiente hablar de las 2800 millones de versiones del Monopoly, ni de las tantas del Cluedo o el Heroquest, noooo. Preferimos hablar de juegos extraños, de ésos que no interesan a nadie. En nuestra línea. Como comprobaréis a continuación, si todavía no os habéis aburrido.

ADAPTACIONES DE JUEGOS DE MESA (DE CUATRO PATAS)

.Atmosfear.
Cuenta la leyenda que, años ha, existía una distribuidora española de videojuegos llamada Dinamic. Sus juegos eran tan baratos tan baratos que hasta una niñata repipi que no sabía ni diferenciar un pokémon de un digimon podía permitírselos. Y así fue como cayó en mis manos el Atmosfear.

"Tú no has nacido, a tí te vomitaron ¡¡puaaaj!!"
Claaro, él debe ser guapísimo, por eso sólo enseña los ojos...

El tablero se divide en seis partes, cada una correspondiente a uno de los personajes jugables, y ambientada específicamente. En el centro se sitúa una sala que debemos abrir consiguiendo las llaves que encontraremos en cada una de las zonas; en su interior se esconde un miedo. Si conseguimos llegar hasta allí y el miedo no corresponde con el que seleccionamos al inicio de la partida para nuestro personaje, ganamos la partida. Cosas molonas del juego: los personajes. El zombie, el vampiro, la momia... todos con nombres propios, míticos en el género del terror. Por si fuera poco, contamos con un personaje que nos "acompañará" (por decir algo) en este periplo: el Guardián, cuya función es básicamente insultarnos, escupirnos y ponernos zancadillas; hay que procurar caerle bien. 

El pobre chupapumas lloró mucho cuando vio que su raza no estaba incluida en el juego.
Cuando lo compré no sabía que era una adaptación de un juego de mesa normal, y desde entonces intento hacerme con él, sin demasiado éxito. Pero bueno, no puedo negar la de horas que he pasado echando pestes del señor Guardián (el Misterioso no,el otro). Al ser un juego viejuno no tiene multiplayer por internet, pero sí en local. Un juego ideal para los típicos amigos con la autoestima demasiado alta.

.Blood Bowl.
¿Qué pasa si vistes a un montón de orcos con uniformes de fútbol americano? ¿Y si consigues encontrar talla para elfos esmirriados? ¿Qué ocurrirá si los pones a todos juntos en un campo con una pelota llena de pinchos y les dejas pegarse entre ellos para marcar? Pues que sale este juego, donde todo está permitido con tal de traspasar la línea y marcar. 

En el fondo hay buen rollito, míralos, bailando la Macarena...
Contamos para ello con varios tipos de jugadores con sus especialidades concretas moviéndose por turnos a través de las casillas del juego bloqueando, haciendo pases o zurrando a los adversarios para abrirse paso hasta puntuar. Según la raza que elijamos (desde orcos hasta...casi lo que penséis, hay mil) tendremos un número determinado de tiradas extra, botiquines y refuerzo por parte de nuestras animadoras. Ahora las batallas de Warhammer no sólo se libran en campos de batalla, también en los de fútbol.

El partido fue de lo más emocionante...
¡varios fans perdieron la cabeza!
El juego original de mesa (de cuatro patas) es un campo sencillo, aunque hay versiones en que está enmarcado por un castillo, con sus gradas y todo. En el de PC podremos disfrutar de varios escenarios distintos, además de más razas, porque son más baratas de hacer que las figuritas para el tablero. Tampoco he tenido oportunidad de jugar a la versión no virtual, pero dicen que es casi tan difícil como la versión de ordenador. Por cierto, con multiplayer por internete. Si os atrevéis, claro. Porque en cuanto empiezas a jugar, aunque ganar es casi imposible, no puedes parar de intentarlo. 

.Ticket to Ride.
Como gran amante de los videojuegos de estrategia comercial, no puedo resistirme a nada que signifique construir empresas de todo tipo. Podéis imaginar la cara que se me quedó cuando vi en mi tienda de frikadas habitual (La Comicteca, por cierto), este Aventureros al tren, consistente en crear rutas de ferrocarril de una ciudad a otra siguiendo los caminos marcados. Lo que quizá no podáis es imaginarme mirando el precio.

¿Me saldrá el tren naranja por fin? ¡Éso es intriga, y no lo del Orient Expréss!
Pero ¡ah, hamijos! descubrí que existía una versión para PC. Y después estuvo de oferta. Con todas las expansiones, uséase más tableros (el básico es USA, pero podemos ampliar con Asia, Europa y Suiza, así como con versiones de los Estados Unidos). Y juego online. Y te regalaban un tren de verdad. Bueno, vale, eso ya no. Pero el señor Nikt y servidora lo compramos, y no decepcionó nada. Tenemos el de mesa (de cuatro patas) en el punto de mira.

Sheldon Cooper odia este juego. Sólo al abrir la caja encontro 412 incorreciones con las rutas, 6 incongruencias en las cartas de vagón y se corto en un dedo, con lo que escuece.
Hasta seis personas (o una persona y varias máquinas, o varias personas y una máquina, o...) pueden jugar a la vez. Básicamente el juego consta de dos tipos de cartas: las de rutas y las de vagones. Las primeras son como cartas de misión, las vas completando y te van dando puntos. Las otras sirven para ir uniendo las ciudades, pues se comunican con rutas de distintos colores y, para completarlas, deberemos poseer las cartas necesarias correspondientes a ese color. Tenemos un número limitado de vagones, así que debemos obrar con cautela. Quien complete más rutas al final de la partida contará más puntos y ganará. Vamos, chupado de jugar. Además de adictivo como pocos, sobre todo por la duración de sus partidas (corticas) y la variedad de rutas, que lo hace casi infinito. Empiezas a jugar y no paras, una partida tras otra ¿Verdad, Nikt?

.La Colmena.
Nos ponemos con asuntos serios ya, frikiduneros. Si eres menor de 18 años no leas a partir de aquí, o unos duendecillos malvados entrarán por la ventana y te robarán la blackberry, el ifone y la tableta (de chocolate).

Señores, vamos a hablar de un juego subidito de tono. Anda, dejad en paz el contraste de la pantalla, que no es eso, nos referimos a cochinaditas, juegos picantones para parejas juguetonas. En este caso, basado en  La Pirámide del Amor, un clásico en los juegos de mesa (de cuatro patas) de este género.

Pero ¿no veníamos a calentarnos?
Untándonos en aceit...digooo, metiéndonos en harina, el juego consiste en ir avanzando casillas del tablero superando diversos tipos de pruebas, que se nos plantearán como desafíos subiditos de tono en vivo y en directo con nuestros compañeros de partida (en plan "mordisquéale la oreja") o como preguntas de trivial para ir desnudando a los personajes del resto. El objetivo es llegar a la casilla central, donde tendremos que ganar a la croupier buenorra varias veces para acabar el juego.

Un segundo... ¡¡ésa rubia no es la Abeja Maya!!
¿Lo genial de este juego? Las ilustraciones del grandísimo dibujante Azpiri, eróticas y divertidas, y las pruebas, diversas y calenturientas. Elige bien con quién jugar, porque quizá a tu pareja no le haga gracia que te restriegues con otro, aunque lo mande la pantalla.

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Hasta aquí el artículo de hoy. Seguimos en el siguiente con la segunda parte del programa, que se nos ha llenado la redacción (el zulo, vaya) de Frikidune de mesas, y hemos de sacarlas antes de intentar meter más. ¡Nos vemos en la siguiente entrega, frikiduneros! ¡No faltéis!