17/10 DÍA 3: INVASIÓN FRANCESA.
Con las armas bien cargadas, me dispongo a hacer frente a los invasores del norte. No estaré sola tampoco esta vez: una camarada, frikidunera en la sombra, se ha ofrecido voluntaria para hacerse pasar por Nikt, caído en combate. Tras haberla disfrazado adecuadamente, e informada de los peligros que podemos encontrar en las dos salas de cine que visitaremos, marchamos con la cabeza alta.
17:00 Ha llegado la hora, nuestro primer combate. Esperamos salir airosas después de ver...
Efectivamente, una francesa, lo habéis adivinado. Romanticona, para más inri. Pero curiosa, en principio: el protagonista, la hermana de éste y su marido tienen un negocio poco común, se dedican a romper parejas. Les contrata alguien allegado a la dama para que el prota la seduzca y así se dé cuenta de lo capullo que es su pareja. Pero nunca si están enamorados de verdad, ¿eh? Van de legales. Hasta que les hace falta la pasta y no tienen más remedio que intentar romper una pareja que se quieren mucho mucho. Por supuesto lo que empezaba siendo un trabajo difícil se convierte en amor (¡si es que os gusta mucho que os lo pongamos difícil, narices!), bailan Dirty Dancing, blablabla, y el final ya os lo podéis imaginar.
Mari, tienes que ver lo bien que imito al ¡¡CUÑAAAAAAAO!!
No deja de ser una comedia simpática con buenos puntos. Sobre todo los secundarios: el matrimonio formado por la hermana y el cuñado son geniales. Los mejores gags de la película son suyos. Tampoco tiene desperdicio el contraste con una amiga de la protagonista que surge por ahí.
Señorita, parece usted un semáforo en ámbar.
Aparte de ésto, la película no tiene mucho más reseñable. Se pasa un buen rato, sin pretensiones. La verdad, esperaba algo más subidito de tono.
19:30 Hemos salido enteras de la primera batalla (chupada, la verdad), nos queda la última prueba. Vamos a atrevernos con
Y así de las risas pasamos a la tragicomedia. La historia es sencillita: una familia que vive en y para un pequeño café en algún sitio pequeño de Francia. Los padres y dos hijos, concretamente. Recorre una línea temporal desde época de ocupación nazi (los quince o veinte primeros minutos), hasta vaya usted a saber. Básicamente son un montón de anécdotas sueltas que ocurren en el café como lugar común, centrándose un poco en la familia protagonista. Está basada en la novela homónima de un tal Pierre Perret.
No voy a engañaros: la película se hace tediosa. Muchas escenas sin apenas movimiento (ni demasiada importancia) se alargan más de lo que deberían. Como diría mi compañera reportera "muy Antonioni", que quiere decir precisamente éso, aburridilla. Aparte de un par de momentos al final, en los que se crea un relato argumental, podría decirse que las escenas no tienen demasiada relación entre sí, no crean una historia ni una narración. Son sólo eso, anécdotas sueltas, con los personajes habituales del café y la comida, la bebida y la música como ejes importantes de la película.
Os pasáis la vida aquí ¡Iros a casa de una maldita vez!
Mención especial merece el trabajo de la actriz principal, Cecile Rebboah, interpretando a una madre trabajadora incansable que intenta sacar adelante a su familia. Tampoco voy a dejarme en el tintero a Sergi López, con su adorable papel de asesina-topos que le permite aparecer en... dos momentos puntuales de la película (en total unos 5 minutos). Sublime, oigan. Sin ningún sentido, pero sublime.
Vale, ésta es de otra peli ¡pero os juro que sale!
Resumiendo, se deja ver, especialmente gracias a algunos secundarios, pero le falta ritmo. Y le sobran escenas y apariciones estelares.
22:10 Salimos de la sala, asfixiadas de calor, con una sensación bastante neutra. Mañana no vendremos a ver nada, pero el martes nos esperan más batallas ¡Temblad, piratas!
VEREDICTO FINAL: 6 (ninguna era para entusiasmarse, pero tampoco tuvimos la necesidad imperiosa de huir).
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