sábado, 9 de abril de 2011

La noche más freak (I)

¡Hola Frikiduneros!

Al habla Doña Farándula, retransmitiendo desde la Macaronesia tras un profundo letargo para narraros los horrores y maravillas contemplados en La noche más freak, maratón nocturna de cine bizarro que anualmente se celebra en Las Palmas de Gran Canaria durante la ultima jornada del Festival de Cine Increíble Festival Menguante, más breve con cada nueva edición. Adoptando la mítica técnica Iberia contra la crisis, subieron el precio de las entradas y eliminaron la birra gratis que otros años se ofrecía en los breves descansos de La noche... ¿O pensaban que la gente iba por las pelis?

El organizador de todo el tinglado es Jesús Palacios, un señor que, cuando no está hablando de la gran calidad y maravillas del frikicine oriental —sabiamente escogido por su divina mano, of course—, se dedica a protestar por la invasión cultural de los códigos estéticos japoneses.

Pero vamos a lo que nos interesa, espoilear al distinguido público de este blog y compartir alguna de las piezas exhibidas antes de que youtube las elimine por una reclamación de copyright:

JUDAS & JESUS (Olaf Encke, 2010, Alemania, 15')

La noche arrancó con este divertido corto de animación que imita hasta en los créditos y efectos sonoros el estilo de los dibujos clásicos de la Warner. Conoceremos la historia de unos caprinos Jesús y Judas desde su más tierna infancia, con María Magdalena como verdadera protagonista, revelando las razones de su rivalidad, el origen de las famosas 30 monedas de plata o el suicidio de Iscariote. Una banda sonora fantástica, humor negro y exceso de tetamen a mansalva. ¿Qué más quieren?



ALMA (Rodrigo Blaas, 2010, España, 5')

Alma es una niña que descubre una réplica exacta de sí misma expuesta en el escaparate de una vieja juguetería, donde entrará para tratar de coger la misteriosa muñeca... dejen volar su imaginación, astutos lectores, antes de ver el vídeo y entenderán por qué, pese a tener una factura exquisita —de esas que nos hacen dudar de su genuina españolidad—, no me ha convencido del todo:



Es de esos cortos que me gustaría que me gustasen. La animación es perfecta y la historia tiene un aire ligeramente burtoniano, ese puntito entre ingenuo y tétrico que me encanta. Sin embargo, a Alma le falta un je ne sais quoi, profundidad, originalidad, malicia tal vez... no sé el qué, pero sé que ahí falta ALGO. Quizás las razones debamos buscarlas en el currículum de su creador, Rodrigo Blaas: no te puedes pasar años conviviendo con peces heroicos, robots humanizados, ratas cocineras y entrañables viejitos sin que el estilo decorativo de la familia Pixar pase factura a la hora de montar tu pisito de soltero.

Quizás exijo demasiado para un corto de 5 minutos —no todo en esta vida va a estar hecho para remover las entrañas—, pero no puedo dejar de preguntarme cómo va a resolver esa escasez de sustancia ahora que Alma se convertirá en un largometraje, con la producción de Guillermo del Toro, nada menos.

AKMAREUL BOATDA -I Saw the Devil- (Kim Jee-won, 2010, Corea del Sur, 141')


Nos anunciaron esta película como la mejor de los últimos años, no sólo del género, sino del cine en general. A mí la verdad es que, leyendo la sinopsis, no me llamaba demasiado la atención:

La policía ha estado tratando de capturar a un asesino en serie que no ha demostrado mucha misericordia con mujeres y niños. Extremadamente violento, el asesino siempre ha podido escapar. Un día, la novia del agente secreto Soo-hyun se convierte en su objetivo. Cuando el agente descubre que ha sido asesinada por un hombre depravado que disfruta torturando a sus víctimas, el agente hará todo lo posible para encontrarlo y conseguir una venganza cruel y personal. La persecución no será fácil, pero el oficial hará cualquier cosa para ser el primero en atrapar a este criminal despiadado y difícil de encontrar.

En la primera media hora sucede todo lo esperable: el asesino es un cabrón zumbado y sin escrúpulos, la novia muere descuartizada, papuchi, el jefe de la policía, llora un montón y da mucha penita, el novio jura venganza eterna con la mirada preñada de odio y comienza la búsqueda... sinceramente, me temía lo peor. Pero, cuando parecía que la peli iba a terminar rapidito, con el asesino en manos del prota en un pispás y de forma bastante sosainas... VA EL TÍO Y LO SUELTA. Así, por la cara.

Hay un factor imprescindible para entender este cambio: el cine coreano no se anda con chiquitas ni medias tintas. ¿Para qué matar o entregar al tipo cuando puedes iniciar un interminable juego de caza-paliza-liberación con el que hacerle sufrir? Cierto que mientras tanto dejará un alegre reguero de crímenes por el camino, pero ¡qué coño! ¡Yo he venido aquí para vengar a mi churri!

Byung-hun Lee, seleccionado por sus grandes dotes interpretativas.

Otro de los temas más llamativos es la total ausencia de armas de fuego hasta prácticamente el final, ¿es que no hay pistolas en Corea, que todo el mundo se lía a cuchilladas?

Pero si me tengo que quedar con alguien, sin duda es este señor:

¿Dexter?, ¿esa nenaza melindrosa?

El hombre lleva esto de despacharse al personal con tal naturalidad e integración en su vida que cuesta imaginárselo haciendo otra cosa. A diferencia del poli —agente secreto molón que te rompe los huesos sólo con mirarte—, el malo es tirando a normalucho, desagradable y cutre hasta decir basta, vamos, un auténtico pofesional. Además, tiene una especie de imán para sádicos desequilibrados que aquello parece el camarote de los Marx y provoca un par de situaciones tan sangrientas como hilarantes.

Me guardo el final de la historia, nada inesperado pero con bastante miga, y, por si no había quedado claro, recomiendo que la vean en cuanto tengan la ocasión.

Y con esto finalizó la primera parte de la noche. Aún era la una y media de la madrugada, quedaban dos largos por ver y, cándida de mí, me las prometía muy felices... ya les contaré mi desdicha en la segunda parte de la crónica.

No hay comentarios: